Andrea Coco

Me gusta la liviandad del papel, estas acuarelas surgen luego de los trabajos en óleo (2015), que constituyeron una vuelta  a los orígenes de mis primeros pasos con el arte.
Las acuarelas expresan un deseo de algo sutil, aire y agua entre colores.
 

El siguiente texto es un cadáver exquisito, realizado con otros artistas en el taller de la artista Verónica Gómez: 

 

Nublar el agua. Ver después las cosas a través de un cristal empañado.

Los charcos guardan sustancias que estuvieron vivas. Si lo que emerge es celestial quien lo puede negar.

No podría afirmar que son paisajes, aunque lo parecen, pero no paisajes de la naturaleza sino mas bien de distintos estados de ánimos.

Tal vez vivencias, experiencias, momentos vividos recuerdos del corazón. Un devenir de sensaciones de vacío rellenas de paz.

Sombras y especies de todo tipo, emergen de la nada.

La fuerza de la naturaleza y calma.

Hizo pedazos mis recuerdos.

El silencio, vacío me paralizo y me invito a mirar con ojos nuevos.

Muchas imágenes distintas, pero todas con algo en común, naturaleza en estado puro.

Fresca, vibrante y muy sutil.

Sutil atraviesa espacios lejos y cerca.

Sospecha el aire en colores inalcanzables.

Aero, aeroplano, aerostático, alvéolos, albatros y los microorganismos que se multiplican.

Algunos callan otros son una melodía suave y cálida que nos invitan a relajarnos en esos mundos inciertos.

Turbulenta calma sin prisa ni tiempo

Abierto inmensamente pausado, soledad pura, respiro profundo.

Siento que puede entrar mucho aire en mí, y empiezo a disfrutar de los pequeños detalles.

El ojo se confunde, trata de entender

… finalmente se relaja y sumerge en la misteriosa calma.